¡LA EDUCACIÓN ES COMO UN CRISTAL…!
Muchas
personas indagan, ¿por qué no mejora el sistema educativo en Panamá y está
empantanado? Para que nuestra educación sea una de las mejores tenemos que
empezar por buscar a los pedagogos con estudios en docencia superior, con
maestrías y doctorados; ellos deben tener dominio del saber y de la
habilidad de enseñar y aprender.
Los diversos ámbitos educativos deben alejarse de la politiquería de ocasión y dedicarse a cumplir su responsabilidad con el país, no solo respondiendo a una formación de calidad ajustada al conocimiento científico y técnico. Hay que buscar, también, una formación integral, de tal manera que los profesionales graduados den respuestas a las necesidades sociales del siglo XXI, contribuyan a erradicar la pobreza y a mejorar la calidad de vida de los panameños. Sabemos que esto no es fácil, porque requiere de enfoques, dedicaciones y de muchos recursos económicos que no siempre están disponibles.
Cada gobierno improvisa ministros que no tienen la menor idea del cargo que van a ocupar. Ahí empieza el problema. Por ejemplo, en el gobierno de Mireya Moscoso había un odontólogo manejando la seguridad del Estado; en el de Ernesto Pérez Balladares, un médico dirigía el Ministerio de Vivienda; y ahora una periodista se encarga del Ministerio de Educación. En la universidad ocurre el mismo fenómeno. ¿Qué es esto? ¿Burla o falta de conocimiento en la materia?
Hay fenómenos sociales y culturales que vulneran profundamente los derechos humanos, como la pobreza. Esta erosiona o anula los derechos económicos y sociales de salud, vivienda adecuada, alimentación y educación. Para ser docente tienes que nacer con ese don de enseñar, de saber manejar la pedagogía, mantener la autoestima alta, trabajar y poseer un mayor caudal de conocimientos y tenerlos siempre a disposición.
Hacerse
comprender por un estudiante en cualquier tema o materia no es fácil; el
educador tiene que buscar formas, métodos modernos, sencillos y fáciles
para que ellos puedan entenderlos y él, a ellos. Hay que tener presente que las
habilidades y las aptitudes de cada uno son diferentes. El docente debe ser un
amigo y un hermano, no un enemigo ni un verdugo.
Los
padres y madres juegan un papel importante en el desenvolvimiento escolar y
personal de sus hijos, ellos son los primeros instructores y formadores. Según
como se eduquen en casa, asimismo sus hijos responderán en el colegio y
en cualquier lugar a dónde estén. Enseñar no es sugestionar, ser
arrogante ni presionar con bramidos para que el estudiante lo respete o le
tenga miedo. Hay docentes que conocen y dominan la materia, pero no saben
explicarla; otros llegan y no enseñan nada, solo cuentan historias que no
tiene que ver con la asignatura que les corresponde.
Trabajé 15 años la docencia, en el Centro de Arte y Cultura del Ministerio de Educación, enseñando dibujo y pintura a la niñez, en general, y con problemas auditivos; también a los adultos mayores. En la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá fui asistente de dibujo artístico. La experiencia que obtuve en estos dos centros educativos fue muy positiva para seguir enseñando y desarrollando nuevas técnicas para jóvenes de barrios humildes con problemas de enseñanza-aprendizaje. Ellos me enseñaron que la confianza es uno de los factores principales de ese proceso, y que hay que dedicarles tiempo paciencia, sapiencia y mantener la autoestima alta, porque ¡enseñar es más difícil que aprender! Y, ¡la educación es como un cristal.! Ricaurter Paz presidente de Achs News-Panamá.
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